jueves, 14 de mayo de 2020

Conversaciones de Paz EZLN 1994

Llegue a México DF el 14 de febrero de 1994, llegaba allí dentro de lo que he dado en llamar “El viaje largo”, que al final no fue tan largo en el espacio, pues no pase de América aunque mi intención era dar la vuelta al mundo, pero sí fue algo mas largo en el tiempo, duro entre unas cosas y otras unos 10 meses. Como digo llegue a México DF a encontrarme con mi amiga Valentina a la que había conocido en Madrid 2 años atrás en el 92 durante la organización del Congreso Internacional de Movimientos Sociales, y que a la sazón es una arquitecta que participaba en la ONG Casa Ciudad que nació a raíz del terremoto del 85 en México y que procuraba la construcción y gestión de viviendas para los afectados por el terremoto, ella también es/era muy cercana al PRD y conocía a gran parte de sus diputados y cargos, de hecho el carnal del presidente del PRD de la época también participaba en Casa Ciudad.

Los días que pase en el DF con Valentina fueros fantásticos, ella es una gran conocedora de la ciudad y una estudiosa del mundo azteca y visitamos un montón de monumentos, lugares de interés y magnificas cantinas, pero este tiempo merece una entrada propia y la tendrá. El caso es que una tarde estando en la sede de Casa Ciudad, me dijo que el Sub-Comandante Marcos (que era el portavoz del Comité Clandestino del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional EZLN) había pedido a la sociedad civil mexicana que organizaran un cerco alrededor de la Catedral de San Cristóbal de las Casas donde iban a celebrarse las conversaciones de paz, me dijo que si quería participar. Inmediatamente le dije que si.

Una tarde en una sesión de formación para los participantes del cerco , en la que entre otras cosas nos dijeron que lleváramos ropa blanca, pues que al no estar seguros todavía de donde se iban a celebrar las negociaciones, eso garantizaría nuestra identificación y seguridad en cualquier entorno, allí aquella tarde conocí a Eli una chica que también iría hasta San Cristóbal, y que viajaríamos juntos.

Los diputados del PRD en la Asamblea Nacional nos consiguieron unos billetes de avión hasta Tuxla Gutiérrez que es la capital del estado de Chiapas, y allá que nos fuimos. Una vez en el avión reconocimos gente que era evidente que iba también a participar en el cerco y entre todos agarramos una “combi” en el aeropuerto para subir a la sierra a San Cristóbal que estaba a unas dos horas de la capital.
Nada mas llegar a San Cristóbal fuimos a buscar alojamiento, encontramos una pensión en la que dormíamos 4 en una gran habitación, estaba bien, barata (nosotros nos pagábamos todos los gastos) y acogedora, la habitación la compartía con otros tres chavales, estudiantes de distintas partes de México, la verdad es que en esos días conocí gente muy interesante, jóvenes estudiantes, yo era de los mas mayores (tenía 34 años). Después de dejar las mochilas nos fuimos al centro organizativo de ESPAZ (así se llamaba la acción de interposición civil), me dijeron que había dos puestos disponibles, uno en la vigilancia exterior en el pueblo para avisar de posibles movimientos del ejercito o las “Guardia Blancas” que era una especie de ejercito mercenario de los terratenientes, o la otra que consistía en vigilancia de la sede de los voluntarios (un local semejante a un museo que se llamaba “La Casa de las Imágenes) y hacer café y té para llevar por las noches a la gente que estuviera en el puesto, y me dijeron que al no ser mexicano hacer labores de vigilancia externa podía ser problemático, y me adjudicaron la otra. Tengo que reconocer que en un principio me molesto...¿hacer café y té por las noches? Que mierda de misión era esa, hasta que con el tiempo vi que no solo era muy importante, sino también muy gratificante.
Las conversaciones de paz entre el EZLN y el comisionado del Gobierno Mexicano se celebraban dentro de a Catedral de San Cristóbal de las Casas y alrededor de esta había tres cercos humanos, el primero rodeando exactamente la Catedral estaba compuesto por miembros de la Cruz Roja, pero el EZLN no se fiaba mucho de ellos pues pensaban que podían ser policías y/o militares, el último y que rodeaba todo el Zócalo (la Plaza Mayor) de San Cristóbal estaba formado por militares armados, y ahí en medio es donde el EZLN pidió que se pusiera otro cerco de la sociedad civil mexicana en la que ellos confiaban (estratégicamente fue una medida admirable para implicar a la población y poner en valor las acciones de las ONG´s).

El EZLN cuando se alzo en armas el 1 de enero de 1994 se acogió a la convención de Ginebra, es decir con todos los requisitos que este tratado impone para que el conflicto fuera una “guerra legal” a nivel internacional, con uniformidad, jerarquía y sobre todo una declaración de guerra formal, es decir le declaro la guerra al ejercito Mexicano, y esto era algo que los “milicos” no soportaban, que unos “pinches” indios les declararan la guerra...

El turno de noche de los voluntarios era de las 21 a las 7 horas, durante ese tiempo hacíamos 6 salidas con café (infusión como lo hacen en América, no mokka) té (de canela) y algunos dulces, los compañeros nos recibían con toda clase de frases de agradecimiento desde el clásico “gracias compañero” al mas elaborado “Usted se va a ir al cielo con to y zapatos” la verdad es que te hacia sentir muy bien, repartíamos lo que llevábamos a los voluntarios, pero también les ofrecíamos si querían a los de la Cruz Roja y a los militares. Estábamos en Marzo o abril no recuerdo, pero allí en los Altos de Chiapas hacía mucho frio por las noches.

Algún compañero nos decía que si podríamos llevar algo que no fuera café o té pues terminaban su “puesto” y a veces no conseguían dormir, estábamos pensando qué podíamos llevar cuando Paquita , una india Tzotil, nos enseño a hacer una especie de ponche fantástico, había que hervir piña troceada (allí las piñas son verdaderamente dulces) con jengibre y pimienta del reino. Esto hacia un ponche sin alcohol que al tomarlo caliente con el picor del jengibre y la pimienta resultaba muy eficaz para entrar en calor sin teína o cafeína, todo un acierto de sabiduría indígena.

El centro logístico de los voluntarios estaba como he dicho era un lugar que se llamaba La Casa de las Imágenes allí se reunían los participantes y ademas durante el día estaba abierto para todo aquel que quisiera información sobre la acción, bueno esto lo se porque me lo contaban pues yo durante el día solía estar durmiendo, al atardecer había una reunión de todos los voluntarios que quisieran asistir en la que la gente de la organización del cerco nos informaban de como iba todo y nos pasaban el vídeo integro de la rueda de prensa que daba el comité negociador, este acto para mi desde el punto de vista organizativo era muy importante y absolutamente innovador, y ademas no he vuelto a verlo en ninguna otra acción de ONG's, esto construye un equipo cohesionado entre los asistentes, hace participes mas allá del mero cometido a los voluntarios, los implica políticamente, los informa correctamente y amplia la valoración de su acción.

Las fechas de la negociación coincidieron con un periodo de vacaciones en la Universidad con lo que San Cristóbal se convirtió en un hervidero de jóvenes y jóvenas concienciados y ansiosos por participar, cuando llegaron la mayoría no quedaban habitaciones en hoteles o pensiones, pero muchos de ellos lograron alquilar casas donde vivían en plan comuna, no estuve en Mayo del 68 en París pero debió ser algo así, casas en las que vivían políticos junto con artistas, ácratas dispuestos a todo...en fin, para mí una locura paradisíaca, allí conocí a Aimee, Violeta (que se hacia llamar Violenta), Morelos Marx, Pancho , Erendina, Longoria y tantas otras y otros.
Una tarde nos anunciaron que los participantes en el cerco debíamos estar todos a una hora en La Casa de las Imágenes, cuando llegamos allí nos dividimos en dos grupos y nos encaminamos a la Catedral, el Comité Clandestino del EZLN quería reunirse con nosotros, entramos por una puerta lateral a la Catedral, llegamos a la nave central y allí reconocimos el escenario que habíamos visto todas las veces en las ruedas de prensa del EZLN, una gran tela blanca con una bandera mexicana delante de donde estaba el altar mayor y una mesa con sillas y micrófonos, nos sentamos en los bancos, colocados en semicírculo para la ocasión, y de repente entro el Comité Clandestino del EZLN, la Comandante Ramona, El Sub comandante Marcos, y el resto que no recuerdo, sin mediar palabra se fueron hacia donde estábamos y nos dieron la mano a todos uno por uno...tuve que contener las lagrimas era un momento muy emocionante, nos daban la mano y las gracias...no tengo palabras para describir mi emoción Al terminar de saludarnos fueron hacia la mesa y nos dirigieron unas palabras, solo recuerdo una de las cosas que dijo el “Sub” dijo que en esta ocasión nosotros estábamos fuera, en el cerco y ellos estaban dentro en el dialogo, pero que estaba seguro de que si fuera al contrario nosotros defenderíamos lo mismo que ellos y con igual fuerza, para mi fue un empujón definitivo para combatir por la paz y la justicia social.















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