jueves, 1 de abril de 2021

Tenerife (una historia menor)

 En el sector de la producción de eventos, sobre todo si no trabajas en una gran productora, pasas muchos periodos en la oficina, poco menos que haciendo nada, aunque lo mas normal es que fuéramos autónomos y que nos contrataran solo para la acción, el caso es que estábamos en uno de esos periodos de sequía cuando nos llamaron deprisa y corriendo para hacer un evento en Tenerife, tuvimos muy pocos días para prepararlo y eso nos ponía un poco nerviosos, pues nosotros solíamos hacer una preproducción minuciosa para encontrarnos las menores sorpresas en el terreno, pero aquí no fue así.

El asunto era una convención de dueños de gasolineras de una marca de gasolina, que iba a tener lugar en el sur de Tenerife, en la que como plato fuerte se iba a hacer una exhibición de coches Ferrari de Fórmula 1, resultaba algo extraño que para un acto tan normal y rutinario programaran esta demostración tan potente pero....bueno, en realidad nunca sabes que es lo que realmente mueve ese loco mundo del marketing y las RRPP. Aunque una vez allí pudimos enterarnos que la distribuidora de esa gasolina en Tenerife quería construir un inmenso puerto en un paradisíaco lugar de la costa que se llamaba “Las Galletas” y que oportunamente el mismo día de la exhibición de Ferrari había convocada una manifestación ecologista en Tenerife....no se si estos hechos estarían relacionados, pero la casualidad fue asombrosa.

Tengo que decir que la jefa de la producción era la tal Sue de la que ya he hablado en otras ocasiones, era socia de la productora y no solo era nefasta haciendo el trabajo sino que ademas era una tacaña de tomo y lomo, el caso es que nos fuimos a Tenerife en un avión que salia antes de que abrieran el aeropuerto (es una exageración, pero era el primer vuelo a las 6 de la mañana y teníamos que estar allí antes de que abrieran el embarque, los bares....todo) y en una compañía en la las filas de los asientos estaban tan juntos que literalmente a mi no me cabían las piernas, llegamos al Sur de Tenerife completamente doloridos.

Una de las tareas que me encomendaron fue la de encontrar una empresa de seguridad que nos proporcionara auxiliares, es decir trabajadores que estaban en algún puesto haciendo labores sencillas de seguridad y control, bueno, encontré una y contrate un vigilante para que estuviera junto al generador de corriente que habíamos llevado (era de estos grandes y pesados) durante la noche y lo vigilara, y eso para que no lo sabotearan...ni nada parecido, bueno el caso que cuando ya nos íbamos para el hotel, llame por teléfono al vigilante, que estaba lejos de nosotros, para ver que tal estaba, cuando me cogió el teléfono y le pregunte que tal, me dijo que ahora estaba bien que estaba en el autobús de vuelta para su casa pues pasaba mucho miedo solo en el campo junto al generador.....me quedé a cuadros, intente convencerlo para que volviera, pero nada el tío dijo que se iba para su casa, así que me tuve que ir donde debía de estar el vigilante y llamar a la empresa para que me mandaran otro, que no tuviera miedo, tardo mas de una hora en llegar.

De todas maneras ese generador estaba gafado, pues cuando volví al hotel me encontré con un compañero completamente agobiado pues al ir a rellenar de gasolina el generador(iba a estar encendido toda la noche iluminando el lugar), se había confundido y le había echado gasolina en lugar de Gasoil, joder...bueno esto también pudimos solucionarlo y como el que había metido la pata era nuevo quedamos en no comentarlo con nadie, pero esa noche nos fuimos a cenar con el jefe a un pequeño pueblecito que había cerca del hotel en un pequeño bar-restaurante a la orilla del mar (La Caleta se llama), un sitio magnifico y una cena maravillosa, y el capullo de él a la segunda copa de vino, se lo dijo al jefe, que se asusto mucho, pero luego logramos tranquilizarle y seguimos disfrutando de la excelente cena y de la amble conversación...el tío era muy valido pero no podía estar callado.

Estábamos alojados en un hotel de la cadena Sheraton al lado de uno famoso que era noseque del duque, al lado de donde iba a ser la demostración, el hotel era el típico de vacaciones con buffet, piscinas jardines...bueno un poco lo normal en estos “resort”, como no nos dejaron ninguna sala para trabajar (es posible que no hubiera salas en aquel tipo de hotel, o de nuevo la tacañería de Sue) alquilamos dos habitaciones grandes contiguas y montamos la oficina, era divertido, tuvieron que quitarnos todos los muebles y poner una especie de mesas corridas para los ordenadores, llegar a estas habitaciones era una sensación inusual y desacostumbrada.

Bueno el caso es que la producción fue fácil excepto dos o tres cosillas menores todo se desarrollo adecuadamente, la tribuna y la decoración de esta la hizo una empresa de unos chavales de Las Palmas, pues se ve que en Tenerife no había, eran buenos los tíos y ademas conocían a la perfección las islas y los “tempos” de trabajo por allí.

Por fin llego el gran día desde por la mañana estábamos en las carpas que habíamos instalado para los de Ferrari y que harían las veces de boxes, vimos aparecer un trailer, rojo limpíssimo, impecable del que se bajaros unos 6 u 8 tíos vestidos con un mono rojo de Ferrari impoluto, y mientras unos se disponían a abrir las puertas del camión , otros cogieron unas escobas que traían y empezaron a barrer el suelo (que previamente ya habíamos barrido nosotros) y que era el asfalto de la carretera directamente, cuando abrieron las puertas del camión allí estaban los dos Ferraris de F1 con ese rojo inconfundible, fantásticos, parecían de “Lego”.

Nos dijeron que ya podíamos irnos de allí que si hacia falta algo nos lo pedirían, comenzaron a prepararlo todo y la gente empezó a llegar, fue un no parar, según la prensa 25.000 almas bajaron hasta el sur de Tenerife, empezaron a colocarse alrededor del recorrido, que era aproximadamente un kilómetro y medio y que discurría por una especie de bulevar y que tenia que atravesar 3 rotondas y dar la vuelta en dos de ellas, al principio y al final, cuando empezó a rugir el motor era ensordecedor, un ruido fortisimo, y cuando empezó a circular por la calle el ruido aumento, cuando pasaba el coche por el lugar en en que estábamos era completamente atronador, el piloto, Marc Gene, circulaba a 270 km/h pasaba a tu lado y apenas podías verle, fue absolutamente espectacular, yo había estado otras veces en alguna carrera de automóviles, pero nunca de F1 y era un espectáculo único.

Ese mismo día al terminar de disponerlo todo para recoger vimos al piloto en el restaurante, estaba comiendo a nuestro lado con alguien, nos reconoció, y nos saludo muy amablemente, lo digo porque poco después tuve que ir a Sierra Nevada hacer una retransmisión para Renault al piloto Asturiano, y nada que ver nos trato a todos como si le debiéramos algo y fue bastante fastidiosa la experiencia.

Salimos de Tenerife al día siguiente y justo cuando subimos al avión empezaron a hablar que se acercaba una tormenta tropical a la isla, y por lo que pudimos ver en las noticias nos libramos por los pelos. El universo nos recompensó por ellos sufrimientos padecidos en el vuelo de ida.













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