miércoles, 30 de septiembre de 2020

Dos veces en Bruselas

En realidad no recuerdo las fechas en las que fui a Bruselas (aunque me ha dicho un amigo que cree que la primera vez fue en el 90 o 91), si recuerdo que las dos veces fui por cuestiones de trabajo, ninguna por turismo, aunque bueno, de ese tipo de trabajo un poco ingenuo, casi “naif”, que ha caracterizado toda mi carrera (y posiblemente también toda mi vida). La primera de ellas yo era director de la Coordinadora de Asociaciones Culturales de Madrid y decidimos que fuera para allá a encontrar algún partenaire europeo que nos ayudara a avanzar en nuestra misión, algún lobby, y sí, lo encontré pero costaba un buen dinero asociarse con ellos, y la segunda estaba encargado de establecer vínculos con el grupo de la GUE (Gauche Unie European) para formalizar y afianzar a IU como referente ecologista en España, lo que se daba en llamar la corriente eco-socialista o también los “Verdes sandia” verdes por fuera y rojos por dentro.


Las dos veces fui hasta allí en avión y recuerdo que la primera vez fui en un vuelo de Iberia que salía los lunes a primera hora, y en el que volaban gran parte de los parlamentarios europeos de España, que pasaban el fin de semana aquí...a la salida en Madrid encontré al siempre famoso, y ahora de actualidad Alex Vidal Cuadras, pero creo recordar que ellos viajaban en primera no como el resto de los mortales.

En aquel primer viaje me hospedé en casa de un amigo Jordán San que trabajaba de traductor en la Comisión Europea y se había comprado, con su novia de entonces, una casa, que consistía en todo un edificio, de planta no muy grande pero de 3 o 4 plantas y tenían en la última una habitación para invitados en la que me instalé, la casa estaba en el barrio de Molembeek luego tristemente famoso pero que por aquel entonces era un barrio de mayoría musulmana, bastante céntrico y muy divertido.

Mi amigo trabajaba de traductor en la comisión europea como he dicho, por aquel entonces en la UE sólo había unos 11 países, pero todos los documentos había que traducirlos a todos los idiomas...una autentica locura, había una legión de traductores en infinidad de pequeños despachos que recordaban un poco a las novelas de ciencia ficción, ademas los pasillos de esas plantas del edificio estabas atestados de baúles de estos que se utilizan para mudanzas hechos de aluminio y con aspecto bastante robusto, pues al menos una vez al mes todos esos documentos y un montón de cosas mas tenían que llevarse a Estrasburgo para los plenos, una “tradición” que a día de hoy se sigue manteniendo y debe de ser uno de los gastos mas estúpidos de toda la Unión

La novia de mi amigo también trabajaba de traductora, tenia un rango algo mayor y su cometido especifico a mi me pareció muy gracioso, casi surrealista pero desde luego necesario, ella y su equipo se ocupaban de traducir siglas....si claro todos conocemos la diferencia entre OTAN y NATO....pues así con todas y cada una de las siglas que aparecían en los documentos, y que muchas veces estaban sin identificar, es decir solo estaban escritas las siglas y tenían que hacer una ardua tarea de investigación en diccionarios específicos y consultas que a mi me pareció apasionante.

En esta ocasión pude hacer algo de turismo, visitar el Atomium, ese edificio en forma de átomo de cristal de hierro que en su interior acoge una exposición sobre ciencia y tecnología, pasear por las calles del centro de Bruselas admirando los edificios diseñados por Horta, en los que destacaba en la fachada como una especie de garras que parecía que anclaban los edificios al suelo, reconocer la adoración que sienten los belgas por Hergué, disfrutar en sus tranquilos bares de la “Biere Blanche”, el Manneken pis, la Grand Place que siempre me recordara la obra teatral de Mario Onaindia...

Mi amigo como no podía ser de otra manera tenia allí amigos, casi todos ellos trabajadores de la CE, salimos alguna noche con ellos y me llamo la atención que casi todos eran muy de izquierdas eran gente inteligente que habían salido huyendo de España por diversos motivos y había aprobado alguna oposición y trabajaban allí ya sin interés por la política Española, visitamos el Delirium y el Ultime Atum, dos bares fantásticos.

Ya dentro de la labor que fui a realizar me llamo mucho la atención lo fácil que resultaba reunirte con cualquiera, podías pedir una cita con cualquier político o técnico, no importaba el nivel y los mas seguro es que te recibiera, luego casi siempre te decía que no a tus peticiones y propuestas o te daba largas cambiadas, pero te recibía, en España para reunirte con cualquier concejalillo de pueblo tienes que perseguirlo durante meses y aun así..., también me reuní con este lobby ciudadano que se llamaba (no consigo acordarme) y que estaba bien pero pedían bastante dinero por participar aunque eso si te dejaban un despacho en su sede cuando tuvieras que ir a Bruselas por alguna otra cuestión.....no estaba a nuestro alcance.

La segunda vez no pude ver a mi amigo, solo estuvimos dos días allí y participamos en una gran reunión que se celebro en el salón del plenario de la Comisión , en la que tuve el valor de intervenir...bueno mi francés es aceptable pero no se ni como se me ocurrió participar en el turno de preguntas y proposiciones...no me acuerdo de lo que dije...los que me conocéis ya sabéis que no puedo callarme en casi en ninguna circunstancia...Allí no reunimos con Friedich Otto Wolf que fue nuestro valedor para conseguir nuestro objetivo de seguir manteniendo a IU como referente verde en España.

Ese día por la tarde noche un sindicato irlandés que había asistido a la reunión nos invito a una fiesta en el Falstaff un bar magnifico cerca de la Grand Place, un sitio enorme con multitud de salones, y en uno de ellos habían montado una fiesta de beber cerveza, charlar y cantar, otra de esas situaciones que no se olvidan y que te reconcilian con la humanidad, por lo menos a mi, y eso que creo recordar que la propuesta que habían planteado por la mañana era algo así como prohibir el bricolaje, puesto que decían que hacia perder muchos puestos de trabajo, y no les faltaba razón pero...no se la verdad es que los sindicatos de clase han tenido posturas chocantes, como fué en un principio estar en contra de la ecología pues decían que hacia peligrar puestos de trabajo ( y bueno se ha demostrado que si que estaban en lo cierto pero que no se podía contaminar el planeta constantemente) pero lo que también ha quedado patente es que eran coherentes y leales a los intereses de los trabajadores.

Debió de ser viernes el ultimo día que estuve esta segunda vez en Bruselas porque recuerdo que comimos en los comedores de la Comisión y que no había tanta gente como se veía a diario, pero cual fue mi sorpresa cuando bajamos a comer y en el menú había esos mejillones con patatas fritas que se comen por allí, pero no tres o cuatro mejillones en un plato, una cazuela para cada uno con un enorme plato de patatas fritas, en la Comisión hay mas de 30.000 empleados.









domingo, 6 de septiembre de 2020

11 de Septiembre

 Para mi el 11 de septiembre siempre me había recordado al asalto al Palacio de la Moneda de Chile y el derrocamiento de Salvador Allende, y después a la Diada de Cataluña, esta última sobre todo porque no nos dejan olvidarla. Pero el 11 de septiembre de 2001 nos cambio a todos y convirtió esta fecha en el aniversario de la caída de las torres gemelas de Nueva York.

En aquella fecha María y yo planeábamos una semana de vacaciones, la primera después del nacimiento de nuestro hijo Eduardo, por fin habíamos convenido dejarlo con mis padres y mi madre desde luego había aceptado. Pensábamos mucho a donde ir María quería ir a Nueva York pues había tenido una muy buena experiencia la última vez que había estado y le parecía que estaría bien volver, yo sin embargo (como me decía un tío que conocía) soy tan “snob” que no me gusta ir ni a Nueva York ni a Londres... después de algún tiempo consensuamos ir a Estambul.

Compramos un paquete que incluía el avión (con la Lufthansa y escala en Frankfurt cómodo y alemán) y el hotel, un hotel no muy caro cerca del Gran Bazar, en una zona muy frecuentada por turistas rusos, casi todos los huéspedes del hotel eran rusos y que ofrecía un desayuno turco con queso tipo feta, aceitunas negra y muchas mas cosas en una terraza verdaderamente magnifico. Se le nota a Estambul que estaba acostumbrada al turismo americano pues era muy fácil de viajar los cafés, los taxis, las entradas a los monumentos, el Bazar todo era muy accesible y disfrutable, si bien el Gran Bazar llega a ser un poco aburrido pues es enorme y muy bullicioso con bares y restaurantes dentro pero los productos que ofrecen en las tiendas son todos iguales o muy parecidos.

Durante los días que estuvimos allí hicimos básicamente el turista, visitamos los monumentos, Santa Sofia, una autentica delicia que impresiona al recordar que fue construida en el siglo VI , La mezquita Azul hecha por un Sultán para contrarrestar la magnificencia de Santa Sofía, la mezquita de Ortokay un edificio exento, de estilo casi plateresco que nos dejo alucinados, el palacio de Dolmabahçe a orillas del Bósforo y del que recuerdo una enorme escalera con la barandilla de cristal de Murano de esas que te hace despertar el síndrome de Stendhal, el Palacio de Topkapi con las dependencias del Haren y el Tesoro que muestra con absoluta certeza el esplendor Turco de otras épocas con joyas y piezas de arte de oro y plata entregadas por los sultanes a sus amantes que recuerdan la sutileza del amor, y muchas otras mezquitas a lo largo de la parte antigua de la ciudad todas con algún capricho que las hace merecedoras de una visita. Otro sitio fascinante para mi es la Cisterna de Medusa, un aljibe que hay bajo la ciudad en el que se encuentran dos estatuas de Medusa con su hipnótica mirada y ademas para mi es un lugar especial pues allí se rodó la película “Desde Rusia con amor”, con un Sean Conery en el papel de “007” subyugador.

Uno de los días fuimos a dar un paseo por el Bósforo el canal que une el mar negro con el mediterráneo, y que es cruzado constantemente por petroleros que llevan su carga desde esa zona al resto del mundo y estos pequeños barquitos que llevan a turistas y nacionales a lo largo de todo el canal parando en las Iskalasi (escalas) donde sube y baja gente y te permite ver los Yalis preciosos palacios y casas de campo lujosas a orillas del canal, la primera escala la tiene en Uskudur que ya es Asia, allí bajamos y merendamos unos empalagosos baklaba bañados en miel, pero que acompañados por el yogur cremoso de Turquía, equilibra con su amargo sabor el dulzor del pastel y lo convierte en algo delicioso.

En general una de las mayores sorpresas para mi en este viaje fue la comida, pude constatar eso que dicen de que a lo largo del mediterráneo hay una gastronomía muy parecida, pero allí sin la industrialización de esta parte occidental se puede disfrutar de berenjenas, calabacines, pimientos fritos que se pueden ver por montones en los escaparates de los restaurantes, así como pescados fritos y mejillones empanados.

Visitando el Estambul de aquella época tuve la visión de como seria una sociedad musulmana pero con una forma de vida y de gobierno mas “occidental” podríamos decir (donde las mujeres pueden ir a bares y tomar café o lo que quisieran sin problema y el parlamentarismo y la separación de poderes funcionaban como en el resto de Europa), en ese momento para mi Turquía podría haber formado parte de la UE sin problema pero los países europeos no querían, como decían ahí perdieron la oportunidad de demostrar que no era un club solo para blanquitos cristianos, pero no lo hizo, allí en Estambul yo soñaba en que Marruecos, un país al que amo tanto, podría avanzar en ese camino...pero hoy en día es justo al contrario Marruecos no ha avanzado y Turquía ha retrocedido.

Y al final llego el día, bajamos del desayuno para ir a uno de nuestros paseos cuando en la recepción del hotel vimos a todo el mundo alrededor de la televisión completamente hipnotizados, nos acercamos a ver que pasaba y ni entendíamos ni podíamos creer lo que veíamos, unos aviones chocando con las Torres Gemelas de NY, estuvimos allí un rato y a pesar de que las imágenes eran impactantes salimos al Gran Bazar a dar una vuelta, estaba particularmente vacío, no había muchos turistas y pasando por la puerta de una joyería de esas de oro de poca calidad un turco nos pregunta de donde somos, le decimos que españoles, y nos dice “ahora Nueva York caput, luego Madrid caput...,nos quedamos mirándole con una cara...., que el tipo solo acertó a decir después con gesto compungido...y luego Estambul caput.

Volvimos a España sin mucha dificultad, cosa que no hubiera ocurrido si como pensábamos en un primer momento hubiéramos ido a Nueva York.

Al año siguiente el 2002 pase el 11 de septiembre en una sala llena de televisores por los que veíamos Al Jazzira y un montón mas de cadenas de TV árabes que no paraban de emitir la caída de las Torres gemelas y películas tipo Rambo en la que el imperialismo americano era una constante hiriente, no me lo podía creer, nos había citado una ONG con la que trabajábamos, yo iba acompañando a mi amigo Alberto, Concejal de Villalba una pequeña ciudad a las afueras de Madrid, nos habían citado allí en la sede oficiosa de la Autoridad Nacional Palestina en Madrid una especie de chalet por la zona de Pio XII cuando llegamos allí salieron a recibirnos unos tíos enormes con un gran bulto debajo del sobaco y atravesamos el jardín, muy descuidado, hasta llegar al edificio que ,como digo, era un chalet grandecito con todas las ventanas cerradas a cal y canto y algunas inutilizadas por barras de hierro, al entrar nos llevaron por unos pasillos y dependencias mal iluminadas hasta llegar a la sala en la que se encontraban Kamel al Salem delegado de la Autoridad Nacional Palestina en Madrid con otros concejales allí estuvimos preparando el viaje de unos niños de Palestina a Madrid, hablamos con el Alcalde de Belem y de Jerico y...en fin bastante inusitada toda la tarde.

Bueno el resto de los 11 de septiembre hasta hoy no han sido relevantes.